lunes, 14 de mayo de 2012

QUEIMADAS





Te postras ante mi para segar mi vida,
el precio de mi muerte es tu sudor
y tu mezquina, humana condición,
no te permite ni deleitarte
en el beneficio de tu acción.
Mírame mientras me consumo
que yo sí tengo para ti
un último regalo:
la canción del fuego,
el baile del humo
y el aroma ancestral
con el que te perfumo
mientras sigues con tu trabajo
ajetreado.
Siéntate cerca, a mi lado
que quiero despedirme con altura;
dale a tu boca sedienta la frescura
del líquido de tu gusto
que más tengas a mano.
Mírame en este último segundo
¡Cómo me esfumo,
Cómo me evado!
Yo ya vuelo y me pierdo en el cielo
y tú, aún no te has parado.
Deja de fatigar tu frente,
deja descansar tus manos,
estamos honrando la vida y la muerte,
trabajo y descanso...
los cuatro elementos
y tus cinco sentidos
están todos invitados.
No estás quemando rastrojos
estás creando un presente
entre el futuro y el pasado.
Seamos, por lo menos, conscientes
de este momento sagrado.
Gema Sedano Herrera.